miércoles, 27 de abril de 2011

Español....¿Podemos vivir en la ignorancia creyéndonos masones, sin realmente serlo?



He podido apreciar, a través de los comentarios a las últimas publicaciones, un interés por parte de muchos hermanos de un RENACIMIENTO DE LA MASONERIA, siguiendo el mensaje del acróstico V.I.T.R.I.O.L..

También he percibido un cierto desencanto con la realidad actual de las Logias y las Obediencias.

Todos sabemos que aunque no se puede enseñar el despertar, sí se nos puede mostrar el camino, a través del Arte Real.

La mayoría de nosotros comprendemos que el verdadero secreto se nos desvela desde el interior de uno mismo.

No estamos en la Masonería Operativa, consecuentemente la Fuerza, la Sabiduría y la Belleza de la Masonería Especulativa radica en la simbología y en las metáforas del Arte Real, como método de esclarecimiento y autoconstrucción.

Sin esta base no existe Masonería, sólo meras organizaciones con muy escasa diferenciación con cualquier otra asociación o club.

Aunque nos creamos iniciados, aunque gritemos hasta desgallitarnos que formamos parte de la Fraternidad, aunque creamos saber algo o mucho de Masonería, aunque hayamos seguido la formación pertinente a cada grado, aunque pertenezcamos a tal o cual Logia u Obediencia, aunque hayamos tenido toda la repercusión masónica o profana imaginable; mientras no obtengamos el despertar interior, fruto de una experiencia estrictamente personal, viviremos en la ignorancia, creyéndonos masones, cuando en realidad seremos todo lo que queramos, todo lo que imaginemos, todo menos “iniciados” en el camino del Arte Real.

El trabajo iniciático, el autoesclarecimiento y la propia construcción, a través de los símbolos y las metáforas, constituyen la naturaleza del masón. Todo lo demás, sin está vocación, sólo es, como poco, nuestra propia cárcel.

¿No creéis que mucho de lo catalogado, calificado o considerado Masonería, no pertenece al ámbito de la misma?

Hoy más que nunca es posible y necesario un RENACIMIENTO DE LA MASONERIA, a partir de MASONES VOCACIONADOS.

lunes, 25 de abril de 2011

Español...Sobre la pereza del masón como debilidad en dejarse gobernar



Muchos males de la Masonería y de las Logias actuales desaparecerían con la superación de la “pereza como debilidad en dejarnos gobernar” por la inercia o por intereses profanos.

Un renacimiento de la Masonería no es posible sin un cambio fundamental en la composición de nuestras logias.

Un cambio fundamental generado por nuestra propia reeducación.

Sólo en el grado en que nuestras logias dejen de aferrarse al “número” de hermanos y busquen su sentido en la Masonería vocacionada; sólo desde este punto de coordenadas, puede surgir una Masonería fundamentada en los principios y valores masónicos, siguiendo el mensaje del acróstico V.I.T.R.I.O.L., “Muchos queremos cambiar el mundo, que el mundo mejore. Pero pocos estamos dispuestos a empezar por donde únicamente puede empezarse: CAMBIARSE A UNO MISMO.”

La vivencia del masón en Fraternidad, requiere responsabilizarse con la organización de su Logia y de su Obediencia; trabajando por su buen gobierno.

Un renacimiento de la Masonería no es posible sin la participación de los hermanos masones con su Logia y su Obediencia: Superando la “pereza como debilidad en dejarnos gobernar”.

Muchos males de la Masonería y de las Logias actuales desaparecerían con la superación de la “pereza como debilidad en dejarnos gobernar” por la inercia o por intereses profanos.

Español...Sobre el masón formado en patrones y vivencias mecánicas


Para el masón formado en patrones y vivencias mecánicas, los conocimientos adquiridos sobre simbología y rituales sólo tienen una finalidad: acumular lo aprendido durante la formación, sin considerar la necesidad de construir y crear algo nuevo con lo recibido.

Para esta clase de masón, al adquirir sólo conocimientos que pueden conservar de forma académica, la formación y vivencia de los símbolos y rituales no logran formar parte de un proceso vital: el suyo propio.

Por ello, esta clase de masón está incapacitado para vivir el camino iniciático, al no poder experimentar la metáfora de una “muerte” y una “resurrección” durante y después de cada proceso.

En realidad los masones formados en patrones y vivencias mecánicas se inquietan e intranquilizan ante las experiencias iniciáticas y las vivencias masónicas vocacionadas, porque lo desconocido los hace dudar del bagaje con el que han creído haber recorrido un camino masónico; y estas dudas, a modo de choque, sacuden los ficticios cimientos con los que han pretendido construir su propio templo.

Para esta clase de masón no tiene sentido seguir el mensaje del acróstico V.I.T.R.I.O.L. como un camino que le puede llevar hacia el único sitio donde debe ir: a su propio encuentro.

El bagaje de un masón formado en patrones y vivencias mecánicas no contiene la Fuerza, ni la Sabiduría, ni la Belleza adecuada para enriquecerlo y transformarlo; incapacitándolo para vivir el camino iniciático.


sábado, 16 de abril de 2011

Español...El mandil del masón : metáfora de la proactividad


La mayoría de los masones no tenemos dificultad alguna en conceptuar que el camino del masón implica trabajo. Un trabajo de construcción donde los “materiales” y las “herramientas” se nos van revelando como un “don” y como parte de la auténtica “recompensa”, resultado de seguir el mensaje del acróstico V.I.T.R.I.O.L. a través del Arte Real.

La mayoría de los masones hemos interiorizado que sólo a partir de “respuestas personales, proactivas y plenas a la vida” alcanzaremos a evolucionar desde el “homo sapiens sapiens” “el resabut” hasta el “hombre iniciado”, el “HOMO INITIUM”. Orientando y equilibrando nuestras vidas, mientras degradamos nuestras oscuridades en una constante búsqueda de la verdad que tiene su cúspide en la utopía de la “ILUMINACION”.

Todos los masones reconocemos en el “mandil” la simbología del “trabajo”, siendo “el único distintivo que da derecho al masón a entrar en el Templo y a tomar parte en las Tenidas”. Pero, pocos de nosotros son capaces de asimilar profundamente la metáfora del “mandil masónico”, trascendiendo al espacio físico del Templo.

Un masón vocacionado es aquel que ha asimilado, en su lenguaje simbólico y en su pensamiento, la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza del “mandil masónico”, vistiéndolo metafóricamente en cualquier lugar donde se encuentre.

Un masón vocacionado es aquel que llenando el símbolo del “mandil” de contenido, lo conecta con sus propias vivencias mientras experimenta el proceso integral de la vida, permitiendo al “Arte Real” manifestarse con toda su potencia y plenitud.

Un masón vocacionado es aquel que vive en la metáfora del “mandil” su trabajo diario de construirse a partir de respuestas personales, proactivas y plenas a la vida: evolucionando hacia el HOMO INITIUM.

El “mandil del masón” es la metáfora de la proactividad, del trabajo de esculpir nuestra propia piedra bruta en cualquier lugar donde nos encontremos.

P.S. Q.·. H.·. Ximo, muchas gracias por invitarme a visitar vuestro Templo y por la oportunidad de haber compartido trabajos con todos los hermanos. Como habrás relacionado, esta reflexión se ha presentado a raíz de la bien construida Plancha que el V.·.M.·. compartió con todos nosotros. T.·.A.·.F.·.

sábado, 9 de abril de 2011

Español..."La incorreción de la lengua causa daño a las almas"


Os voy a contar la reflexión, y la conexión con el “Fedón” de Platón, que me ha venido a la mente mientras releía las “Epidemias” de Hipocrátes (Editorial Gredos 1989, Colección Biblioteca Clásica).

Hipócrates de Cos, en griego Ἱπποκράτης, nació en Cos el año 460 a. C., vivió y ejerció la medicina en la Antigua Grecia, durante el siglo de Pericles; y Platón, en griego Πλάτων, nacido en el año 428 a. C., filósofo, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles.

Empezaré comentando que, como todos sabemos, el pensamiento humano tiene una doble alimentación, por un lado las ordenes genéticas y por otro la influencia del entorno y del aprendizaje.

En el reino animal sólo el hombre puede dar cuenta de sus deducciones, temores, emociones, pasiones, circunstancias y sueños.

El cerebro del lenguaje es un conjunto topográfico bien definido. Y sólo el ser humano posee una consciencia de orden superior capaz de integrar la memoria simbólica y la consideración de un propio “yo”.

Volviendo con Hipócrates, y a lo que íbamos; decía este médico en su tratado sobre las “Epidemias” que “los juicios se constituyen por medio de los ojos, las orejas, la nariz, la mano y los otros medios por los cuales nosotros conocemos”.

Al leer este párrafo, lo primero que he visualizado ha sido la necesidad metafórica de mantener a estos medios en perfectas condiciones, limpios y en forma.

Y de ahí la conexión con el “Fedón” de Platón, cuando dice que “la incorrección de la lengua causa daño a las almas”.

¿No os parece que estos pensamientos elaborados en la época Helénica tienen una vigencia de suma importancia para un masón?

Cada masón deberá buscar y pulir su propia piedra bruta manteniendo en condiciones sus herramientas de trabajo; deduciéndose por lo expuesto que las metáforas y simbología del Arte Real podrían incluso tener un beneficio negativo si los medios, a través de los cuales se elaboran, no están en perfectas condiciones, siendo incorrecto el lenguaje metafórico conseguido.

Esta reflexión es una invitación a la masonería vocacionada, desprendiéndose de los metales y siguiendo el mensaje del acróstico V.I.T.I.R.I.O.L. como la mejor recompensa.