jueves, 29 de diciembre de 2011

Masonería Vocacionada versus Masonería Especulativa


Querido Hermano Fernando, me preguntabas hace unos meses si sabría posicionar la Masonería Vocacionada en relación a las denominadas Masonería Operativa y Masonería Especulativa. Cuestión que he aplazado responder porque necesitaba retomar el planteamiento, una y otra vez, para abordar los esquemas desde distintos ángulos y perspectivas, sin permitirme caer en la metáfora del masón miope y astigmático.

Repito lo dicho en otras ocasiones, esta es una reflexión, que sin ser incuestionable es, por lo menos, digna de ser compartida. Y no contiene ninguna intención de molestar a ningún hermano anclado en una masonería de formación y vivencias mecánicas, donde las metáforas construidas con los símbolos y rituales de los antiguos maestros canteros no consiguen formar parte de sus procesos vitales, de su autoesclarecimiento.

Querido Hermano Fernando, me permitirás repetirme y utilizar de nuevo la división que hace Pedro Álvarez, del Instituto de Investigación sobre Liberalismo, Krausismo y Masonería de la Universidad Pontifica de Comillas en Madrid, cuando establece para la Masonería tres períodos históricos diferenciados entre ellos, a los cuales me he atrevido añadirle, ficticiamente, el de la MASONERIA DE CONVIVENCIA y el de la MASONERIA VOCACIONADA.

Las periodización histórica de la Masonería quedaría, ficticiamente, con esta secuencia:

1.- Masonería Operativa (desde el siglo XIII al XVI).

2.-Masonería de los masones aceptados (siglo XVII y principios del XVIII). Llamadas por otros autores de "transición". Personalmente no creo sea una época de transición, en realidad se va a crear algo nuevo con elementos de una organización gremial que está tocando a su fin.

3.- Masonería Especulativa (desde el 1717 hasta la primera mitad del siglo XXI).

4. Masonería de convivencia, en la misma etapa, de la Masonería Especulativa y la Masonería Vocacionada (primera mitad del siglo XXI).

4.-Masonería Vocacionada (desde la segunda mitad del siglo XXI hasta…).

Como ya resalté en otra reflexión, en cada una de estas etapas históricas deberemos incluir la cosmovisión, la organización social, el nivel técnico, y todas las características del momento en que se da cada masonería. Las cuales determinan que cada masonería sea un fenómeno de cada época, es decir, del contexto histórico al que pertenecen.

Por el momento te avanzaré unas puntualizaciones sobre estas dos nuevas etapas de la Masonería de convivencia y la Masonería Vocacionada.

Para dar más luz empezaré diciendo que la Masonería Operativa, la de los constructores de catedrales, no evolucionó hacia la Masonería Especulativa. Esta segunda no es consecuencia de la primera, ni contiene las razones que llevaron a crear y mantener las organizaciones gremiales operativas, hijas de la Época Medieval. La Masonería Especulativa es hija de otra cosmovisión, de otra época. La Masonería Operativa, al igual que otros gremios, no tuvo continuidad cuando dejó de existir su razón de ser; en este caso, cuando llegó el fin de la construcción de las catedrales. Al mismo tiempo que las revoluciones científicas configuraron un nuevo escenario, el cual condujo a la Ilustración y a las revoluciones industriales.

Quisiera resaltar que el hecho determinante para que se escogiera el martes día 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, del año 1717 como la fecha en que empieza la Masonería Especulativa fue que ese día SE CONSTITUYO LA PRIMERA GRAN LOGIA DE INGLATERRA. Las logias continuaban siendo soberanas al igual que en la etapa de la Masonería Operativa, pero integradas en una Obediencia.

¿Cómo imagino estas ficticias etapas de la Masonería de Convivencia y la Masonería Vocacionada?

Es esta ficción, no hablaríamos de una evolución de la Masonería Especulativa hacia la Masonería Vocacionada, sino de un Renacimiento de la Masonería, justificando su sentido y vigencia en lo más esencial de su razón: masones trabajando en su proceso de construcción, desbastando y puliendo su propia piedra bruta a través de las metáforas creadas con los símbolos y rituales adoptados de los antiguos maestros canteros.

En esta ficción de la etapa denominada Masonería Vocacionada las logias continuarán siendo soberanas, al igual que en los otros períodos. Sin embargo, por ser hija de la era de las comunicaciones, se superará el concepto actual de Obediencia como modelo de organización y federación de logias, creándose otros tipos de enlaces y relaciones entre logias. Desapareciendo con las Obediencias los encasillamientos históricos de masonería regular y masonería liberal.

La Masonería como Arte Real se reducirá a los tres primeros grados, los cuales únicamente tendrán valor simbólico, y en los cuales se vivenciarán la simbología y los rituales iniciáticos. Prefiriendo los masones vocacionados, en su proceso de construcción, el fluir suave a la velocidad.

En este Renacimiento de la Masonería, con los masones vocacionados, se superarán los mitos y las leyendas negras y rosas creadas a lo largo de la controvertida historia de la Masonería.

En este nuevo período de la Masonería Vocacionada, nadie, a menos que tenga un interés vocacionado de conocerse a sí mismo será iniciado masón.

Querido Hermano Fernando, como has podido comprobar, la cuestión que me habías planteado me ha llevado a posicionar la Masonería Vocacionada como una nueva etapa , creando una ficción en los períodos historicos de la Masonería.

¿Y vosotros, Queridos Hermanos, como creéis que será el futuro de la Masonería?
 

Sobre como abordar los mitos en los textos masónicos antiguos


Q.·.H.·. Enrique, me preguntas si podría aclarar el significado de mito, y cómo aplicarlo en el contexto de los escritos masónicos antiguos.

Antes de entrar en definiciones etimológicas y conceptuales, te diré que en el contexto de los escritos masónicos antiguos, especialmente los comprendidos entre los siglo X y XV, el término “mito” resulta más enriquecedor si lo abordamos desde la perspectiva que encontramos en la obra “La filosofía presocrática” de Francisco Ferrer, publicado por el Departamento de Historia de la Universidad de Valencia (Universidad de Valencia 1978), cuando en su capítulo “La reflexión mítica en los orígenes de la Filosofía”, dice: “No se puede comenzar la exposición de las primitivas doctrinas filosóficas sin hacer una referencia previa a su punto de unión con el saber mítico….lo específico de la actitud filosófica convive con expresiones y esquemas explicativos de carácter mítico. En estos primeros momentos, el mito y la filosofía están “mezclados”, entendiendo por ello, además la coexistencia citada, la falta de una autoconciencia filosófica clara y la carencia de límites entre ambos”.

Mito, etimológicamente, procede de la palabra griega μῦθος (mythos) que significa relato, fábula, cuento, discurso.

Deberemos distinguir entre Mito y leyenda, al estar esta última basada en sucesos reales transformados por la fantasía popular.

El mito es una respuesta y una explicación, no carente de su construcción racional, a los orígenes y el porqué de la “realidad”. Una explicación, que conlleva implícitamente sus propias justificaciones, creada para dar respuesta a lo que no sé alcanza a comprender de otro modo, por carecer del conocimiento adecuado sobre las mismas. Para todos nos resulta fácil reconocer lo expuesto cuando pensamos en la mitología de los antiguos griegos, en la de algunos pueblos indígenas americanos, o más concretamente en la descripción de la creación del mundo que leemos en el libro del Génesis.

Estos mitos, como tales, perdurarán y convivirán con otras etapas en las que la Filosofía, como amor por la sabiduría, dará lugar a otras corrientes de pensamiento y comprensión de la realidad. No sólo convivirán, ya que muchas de estas nuevas corrientes de pensamiento tendrán su fundamento en estos mitos.

En la lectura de estos textos masónicos antiguos cabe considerar la posibilidad de encontrarnos tanto con mitos, con leyendas, como con leyendas originadas en mitos, incluso cabe descubrir el origen de algunas leyendas masónicas actuales.

Q.·.H.·. Enrique, lo cierto es que la lectura de estos textos antiguos puede convertirse en un gran placer intelectual. Especialmente, si sabemos reconocer en estos mitos y leyendas la poesía y las metáforas que contienen, ya que los mitos y las leyendas, con la herramienta de la metáfora, son una alternativa de explicación frente a la realidad.

Por lo expuesto, no sólo nos resultará interesante realizar una lectura histórica de estos textos masónicos antiguos, como hijos de una realidad social, política y económica, sino también intentar abordarlos desde una nueva lectura, interpretándolos y actualizándolos, con el fin de revisar y abordar a través del lenguaje metafórico el sentido y la vigencia de la Masonería en este siglo XXI.

Q.·.H.·. Enrique ¿no te parece que la formación masónica es apasionante? Pues, imagina el resultado si consigues vincular estas metáforas con tus propias vivencias, llenándolas de contenido.
 

La metáfora del masón miope y astigmático


Os quiero agradecer QQ.·.HH.·. Adrián y Eduardo las dos horas que hemos compartido en ese extraordinario punto de encuentro que es la Plaza de la Virgen de Valencia, disfrutando del agradable sol del invierno, envueltos por la motivadora conversación sobre la evolución de la Fraternidad.

Esta mañana hemos realizado un recorrido, sin orden, a través de la historia y el sentido de la masonería. Dejándonos llevar por la charla, “sine critérium”, allá dónde nos han querido conducir nuestras mentes y emociones. Y en ese fraternal proceso de don y contradón, de reciprocidad e intercambio en el que nos hemos visto envueltos, he visualizado la metáfora del masón miope y astigmático.

Salpicado por el “chirimiri” interno que me ha producido esta imagen he regresado a mi casa sin poder abandonar la metáfora. Y heme aquí, sentado delante del escritorio, con el propósito de construirla con palabras, a fin de compartirla con vosotros.

Como sabéis la miopía y el astigmatismo, sin entrar en su explicación física, son defectos del ojo que modifican la visión normal de los objetos, al no permitir enfocarlos de modo correcto. Objetos lejanos y cercanos, respectivamente. Percibiendo una imagen distorsionada y poco nítida de los mismos. Defectos del ojo que se pueden reducir o corregir con ejercicios, lentes o cirugía adecuada.

En la metáfora del masón miope y astigmático la contrariedad reside en que esa visión distorsionada y poco nítida es reconocida y aceptada, por el masón, como la visión normal de las cosas. Sin sospechar del defecto de percepción con el que intenta enfocar la masonería, y sin la posibilidad de reducir o corregir los defectos de sus ojos al no considerarlos.

QQ.·.HH.·. Adrián y Eduardo ¿no seremos nosotros masones miopes y astigmáticos? ¿Cómo saberlo, si en los masones con este defecto se confunde la deformación con la visión normal? Por lo que se deduce lo tenemos complicado. ¡Dejadme pensar!

¡Sí, ya lo tengo! ¿Y si recurriéramos a esas lentes con las que se intenta reducir o corregir la miopía y el astigmatismo? Es decir, hacer un proceso inverso, probando a ver la realidad masónica a través de esas lentes correctoras. Si el resultado es una visión más clara y nítida, por deducción sabremos que nuestros ojos son miopes y astigmáticos.

Pero, en masonería, cómo se gradúan esas lentes divergentes, tóricas o esferotóricas que permiten a los rayos de luz experimentar distintos grados de refracción cuando inciden en los diferentes puntos de la lente, corrigiendo los defectos de la vista.

Creo que graduar las lentes a través de las cuales ver la masonería es más simple de lo que imaginaba. Estas lentes se gradúan, permitiendo una corrección adecuada, con el sentido y la vigencia de la masonería como proceso de autoconstrucción y esclarecimiento. Un masón si no ha vocacionado su interés por la masonería, si no ha desarrollado su inteligencia emocional, si no ha descubierto el beneficio del Arte Real, difícilmente podrá graduar las lentes necesarias para detectar su miopía y astigmatismo. Sin poder corregir esa visión de la masonería deformada y cimentada en leyendas negras y rosas, en mitos e idolatraciones, sin poder identificar que mucho de lo catalogado, calificado o considerado como masonería no pertenece al ámbito del objeto de la misma.

Aún más, la miopía y el astigmatismo de un masón, tienen su cirugía en ese rayo laser que mágicamente se genera en la vivencia vocacionada del masón hacia su propio autoesclarecimiento.

¿Cuál crees Q.·.H.·. qué es tu grado de miopía y astigmatismo?